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El Consuelo de mi Suegra
Datte: 08/06/2019, Catégories: Inceste / Tabou Mature, Anal Auteur: AkuSokuZan, Source: xHamster
... escogí prendas caras sabiendo que allí tenían cuenta mis futuros suegros. − ¿Quieres ver lo que me compré yo? - me preguntó con ese aire tan sensual. Asentí y ella abrió sus bolsas, enseñándome sus compras: un vestido corto, marrón de lycra que aparentaba ser muy ceñido. Luego me enseñó lo que contenía otra de las bolsas y era un conjunto de lencería de lo más sexy. Casi pierdo el control de aquel coche al ver un diminuto tanga negro, un sujetador igualmente negro, casi transparente, medias, ligueros y un body-corset color burdeos. − Esta es una sorpresa para Ernesto. Espero que le guste - dijo poniéndose el sostén sobre su camiseta ubicando provocadoramente la punta de su lengua en el labio superior. Mi polla palpitaba bajo mi pantalón figurándose como le quedaría aquella ropa a mi amada suegra que sin duda sería de alucinar. Al final llegamos a casa. No había estado nunca allí y me quedé nuevamente impresionado. Una enorme mansión con una gran piscina, un jacuzzi, una cancha de pádel y varios coches aparcados fuera. Sin duda la bodega daba mucha pasta y si nada lo impedía yo podría convertirme en un heredero más de esa gran fortuna. No sonaba nada mal. Mónica me estuvo enseñando la enorme casa, con innumerables habitaciones y me quedé especialmente asombrado con la de matrimonio que era más grande que mi piso entero, con una gran terraza y vistas al jardín y a la piscina. Volví a imaginar a esa rubia retozando en la gran cama con su marido y mi polla ...
... dio otro de sus respingos. Guardamos a buen recaudo el anillo en una caja fuerte que tenían en el salón y después me comentó:. − ¡Uf, estoy agotada! ¿Quieres tomar algo? − Si, algo fresco. Te lo agradezco. − ¿Unas cervecitas? − Vale. Me senté en una de las tumbonas del jardín después de una mañana tormentosa y se agradecía recibir los rayos del sol allí sentado. MI preciosa mamá política volvió con dos enormes copas de cerveza muy fría. Charlamos animadamente, uno en cada tumbona disfrutando el momento y comentando los detalles del evento. − ¡Qué bien lo hemos hecho todo juntos! - dijo dándome la mano. − Sí - contesté de nuevo halagado por sentirme así de arropado por mi preciosa suegra. Me encantaba estar así, agarrado de su mano. − Eres un encanto. − Tú también - contesté sin vacilar. Mónica apoyó sus labios en el dorso de mi mano mirándome como una gatita mala, para después comentarme: − ¿Sabes? Me apetece darme un baño, hace calor y así me refresco. ¿Te animas? − Yo… pero es que no tengo bañador. - dije apurado. − No importa, con la ropa interior que compraste, seguro que parece que es tu bañador. Tenemos confianza y estamos solos. - añadió ella pasando su lengua por los labios. − Es que… − No hay más que hablar, cámbiate aquí y yo voy a casa a por el mío. Me quedé descolocado pero al fin pensé que podría ver a esa mujer con menos ropa y eso me animó realmente a hacerle caso. Me dije a mi mismo que podría ser mi madre y que ...