1. El Consuelo de mi Suegra


    Datte: 08/06/2019, Catégories: Inceste / Tabou Mature, Anal Auteur: AkuSokuZan, Source: xHamster

    ... nosotros sobre un problema con una barrica y la muy pícara empezó a acariciar mi polla por encima del pantalón escondida bajo la mesa. Yo no sabía ni cómo ponerme, pero veía en su perfil como sonreía triunfadora y traviesa. Otra vez llegó a trabajar antes que yo y me pidió que le diera un masaje en los hombros. Se puso de espaldas a mí y comencé a darle ese masaje relajante sobre la bata, pero ella me decía que era difícil y soltándose unos botones de la blanca prenda me permitió meter los dedos directamente sobre la piel de sus finos hombros.
    
    - ¡No llevas sostén! - le dije en voz baja para que no nos oyera otro compañero que estaba relativamente cerca.
    
    - Ni braguitas tampoco.
    
    - ¿Estás desnuda? - pregunté alucinado en un susurro junto a su oído.
    
    Su sonrisa era diabólicamente cachonda que me puso a mil. Se dio la vuelta para que nuestro otro compañero no viera nada y se abrió su bata de par en par. Fue la primera vez que vi el cuerpo desnudo de Sofía y evidentemente, aluciné. Sus tetas eran más bien pequeñas, pero a mí me encantaron, lo mismo que su cintura estrecha, su vientre plano y su sexo rasurado que me hicieron perder la razón. Me abalancé sobre ese cuerpo y ella me empujaba riendo como si aquello no formase parte del juego.
    
    De aquellas travesuras, besos furtivos, tocamientos mezclados con risas y bromas, juegos de lo más variados, pasamos a terminar follando como locos en una de las grandes neveras donde guardamos las muestras sin importarnos que la ...
    ... pequeña estancia estuviera a 5 grados bajo cero.
    
    Sofía era y es una mujer ardiente, le gusta el sexo y a pesar de su juventud tenía ya entonces una amplia experiencia. Aunque yo había tenido algunas otras aventuras con chicas del pueblo, quedaban bastante lejos de los conocimientos de esa mujer ardiente que no solo me enseñó las fórmulas químicas sino también las más locas de las artes amatorias. Fueron mis primeras mamadas y mis primeros polvos en entrega total y desenfrenada, en posturas inimaginables que sólo conocía de las pelis porno. Nunca dimos a conocer nuestras pequeñas aventuras, pues ambos sabíamos que eso podría separarnos definitivamente, por lo que preferimos llevarlo en absoluto secreto, aparte de que nuestros juegos cuanto más locos y prohibidos más nos ponían...
    
    Ella me fue contando cosas de su vida, de su familia y así fue como me fui enterando de quien era mi jefe, Don Ernesto, a quien apenas había visto dos o tres veces en mis tres primeros meses de trabajo ya que el laboratorio estaba en un edificio separado de las oficinas principales.
    
    Ella siempre me hablaba de su padre y lo hacía con total admiración. Un hombre de cincuenta años, reconocido empresario viticultor, con un par de marcas de un vino bien catalogado a nivel nacional, dueño de un par de negocios inmobiliarios y la bodega en la que trabajo, una de las más reconocidas de la comarca. Actualmente Ernesto tiene más de ochenta personas a su cargo, sin contar la época de vendimia. Un hombre, ...
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