1. El Consuelo de mi Suegra


    Datte: 08/06/2019, Catégories: Inceste / Tabou Mature, Anal Auteur: AkuSokuZan, Source: xHamster

    ... instante. ¡Era impresionante esa mujer!
    
    − Víctor, no te tortures. - dijo al verme con su teléfono, completamente irritado con las fotos.
    
    Ella me quitó el móvil de mis dedos y tirando de mí, me hizo levantarme de la cama.
    
    − ¿Dónde me llevas, Mónica?
    
    − Ven, vamos a darnos un baño en la piscina.
    
    Mónica caminaba delante de mí, ofreciéndome la visión de su cuerpo desnudo y sus gráciles movimientos, con un giro fantástico de sus caderas y la vista de ese culo redondo que parecía llamarme a cada paso. Esa visión consiguió que mi polla volviese a ponerse dura por momentos. Cuando llegamos a la piscina ella se giró sonriendo al ver esa tremenda empalmada.
    
    − ¡Madre mía, qué gusto verte siempre dispuesto! - dijo acariciando mi polla con sus dedos.
    
    Luego nos metimos en el agua y allí nos refrescamos, nos acariciamos, nos besamos, esta vez sin que hubiera nada que nos impidiera dejarnos llevar por nuestros impulsos más ardientes. Palpé aquel culazo a placer, sobé sus tetas, mordí sus labios, acaricié su inflamada vulva. Ella agarró mi polla con sus dedos y empezó a pasar la punta por esa rajita, incluso metiendo la punta y sácandola, a modo de juego cachondo, pero encendiéndonos mutuamente cada vez más.
    
    − ¿Te encuentras mejor? - dijo dándome otro beso delicioso en mis labios.
    
    − Sí, contigo se olvida uno de todo.
    
    − Vaya, que bien. Eso es lo importante, ahora ella podrá estar disfrutando, pero tú más, ¿no te parece lo justo?
    
    − Sí, Mónica, pero es duro esto ...
    ... de soportar unos cuernos. No creo que pueda seguir con esta farsa.
    
    − Bueno, tú se los estás devolviendo, cariño. - añadió apretando con sus dedos mi glande y pasándolo sin cesar por su vulva bajo el agua, algo que me hacía estremecer de gusto.
    
    − No soporto la idea de ser un cornudo.
    
    − Ahora ella también lo es y tú no perderás todos tus privilegios.
    
    − ¿Y la imagen de ese tío rompiéndole el culo?, es algo que... ¡Me enerva! - dije furioso.
    
    − Ah, ¿Quieres un culito para desahogarte?. Aquí tienes el mío.
    
    En ese momento Mónica se dio la vuelta poniendo su trasero en pompa, agarrándose los glúteos con las manos para separar ambos y ofrecerme la vista de su agujerito posterior.
    
    − ¡Vamos! ¿no quieres un culo para ti solo? - me invitaba ella con ese aire seductor aparentemente inocente.
    
    − ¿Estás segura?
    
    − Serás el primero.
    
    − ¿En serio, Mónica?
    
    − Claro que sí. Te lo has ganado, me matas de gusto. Ahora mismo lo que más quiero… es, ¡Que me folles el culo!
    
    Ubiqué mi polla en ese agujerito que bajo el agua me ofrecía la oportunidad de penetrarlo con mayor facilidad. Me abracé a sus tetas y mantuvo sus piernas separadas mientras ella se agarraba al borde de la piscina.
    
    − Pártele el culo a tu putita - insistía ella.
    
    Ese fue el pistoletazo de salida, primero para meterle la polla en su coño una vez más haciendo que ella se agarrara más fuerte. Sabía que tendríamos que estar lubricados para esa nueva aventura, pero sabía que bajo el agua todo sería ...
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