El Consuelo de mi Suegra
Datte: 08/06/2019,
Catégories:
Inceste / Tabou
Mature,
Anal
Auteur: AkuSokuZan, Source: xHamster
... Date la vuelta putita.
Mónica, la que hasta ahora había sido mi jefa y dominaba la situación había pasado a ser mi obediente y sumisa amante que se disponía a recibir su dosis de carne. Se puso de rodillas de espaldas a mí, apoyando sus manos en el cabecero de la cama.
Adherí mi pecho a su espalda mordiendo su cuello, diciéndole al oído lo puta que era y lo mucho que la deseaba. Su boca se giró para atrapar la mía al tiempo que mis manos acariciaban y pellizcaban sus pechos.
− ¡Métemela ya por Dios! - rogaba entre hipidos.
Ubiqué la punta de mi glande en la entrada de su vulva que la recibió impregnándola aun más de la lubricación que ya tenía.
− ¿Lista? - le dije mordiendo el lóbulo de su oreja.
− Sí, hazlo Víctor, demuéstrale a esa zorrita cómo se folla.
Por mi cabeza pasó por un momento la imagen de mi novia follando con su compañero y esa manera de alentarme su madre, era demasiado para mí. Moví mi pelvis ligeramente hacia atrás y de un golpe fuerte y certero, le metí toda mi polla hasta el fondo sosteniéndome con fuerza en sus caderas.
Los dos dimos un largo suspiro y un jadeo prolongado a continuación al sentir el placer que nos proporcionaba estar unidos por fin. Toda mi polla estaba aprisionada completamente en aquel coño que era realmente estrecho y que se aferraba de forma asombrosa. La saqué lentamente hasta que quedó sola la punta de mi polla en su interior y después de darle un azotazo a ese maravilloso culo, haciéndola gritar, le ...
... pegué otro empellón, penetrándola con fuerza, haciendo que Mónica tuviera que agarrarse más fuerte al cabecero si no quería golpearse. A partir de ese momento empecé a follármela como un poseso, con todas mis ganas, sintiendo el placer que me proporcionaba su coño aferrado a mi verga que entraba y salía de aquel estrecho y delicioso agujero. Mónica, además apretaba su culo y seguía el compás de nuestra cabalgada haciendo más placentera la unión de nuestros sexos, totalmente entregados al placer. Ya no había remordimientos, ni miedos, ni casi diría que venganza, sino follar y follar con mi amada y deseada suegra.
En un momento mi polla abandonó aquella acogedora cueva y ella aprovechó para cambiar de postura. Me tumbó en la cama y se puso en cuclillas delante de mí, dándome la espalda. Nunca había tenido esa postura y me encantó, no solo por la forma tan profunda en cómo se colaba mi polla en el interior de ese coño, sino la vista de su espalda y su extraordinario culazo saltando sobre mi polla. ¡Otra imagen para enmarcar!
No podía aguantar mucho más, porque era demasiado intenso ese momento, intenso el contacto e intenso el placer como para que no me corriera de inmediato.
− Voy a correrme, Mónica. - le avisé.
Ella se giró por completo, de manera habilidosa se salió de encima de mí durante un segundo. Por un momento pensé que quería que soltase todo fuera, pero su intención no era otra que darse la vuelta y de esa forma se insertó de nuevo sobre mí, esta vez cara a ...