El Consuelo de mi Suegra
Datte: 08/06/2019,
Catégories:
Inceste / Tabou
Mature,
Anal
Auteur: AkuSokuZan, Source: xHamster
... de la forma más lasciva mordiéndome los huevos ligeramente mientras su mano me pajeaba, para luego pasar a recorrer con sus labios aquel trozo de carne duro, para luego dedicarse de lleno al glande, chupándolo, apretándolo con su boca. Me encantaba ver esos preciosos labios rodeando mi verga y esa dedicación que le estaba dando. Yo estaba al límite y tiré de nuevo de su pelo separándola. No quería correrme en su boca. Necesitaba meterla en ese chochito.
Me miró sorprendida y acercó su boca de nuevo la polla dispuesta a tragársela de lleno con todas sus ganas, pero la detuve.
− ¡Quiero follarte! - le dije sosteniendo su cabeza con mis manos antes de que se tragara mi sable de nuevo.
Mónica se puso de rodillas sobre la cama y lentamente fue avanzando a gatas hasta el cabecero muy despacio, ofreciéndome la visión de su culazo en movimiento y su coño empapado aprisionado entre sus muslos a medida que ese fantástico cuerpo gateaba sobre las sábanas.
− ¡No huyas que te voy follar! - anuncié dando un par de meneos a mi polla que seguía que estaba completamente lubricada.
− ¡No me entrará en mi chochito! - dijo poniéndose con las piernas abiertas y tapando su sexo de forma inocente pero totalmente retadora, mientras apoyaba su espalda en el cabecero.
− ¡Voy a partirte en dos! - le anuncié totalmente excitado.
− ¡No, por favor, Víctor! - repetía con voz ronca y ojos de asustada.
Estaba claro. Aquello no era precisamente una negación, sino una provocación. ...
... Estaba jugando conmigo, pero esa forma suya de hacerlo, me ponía aun más cachondo de lo que ya estaba. Sabía cómo manejar a un hombre y llevarle al límite.
− ¿No quieres que te parta ese coño? - dije con ese lenguaje que me excitaba y sabía que a ella también.
− Es muy estrecho… me respondió con un mohín de niña buena.
Aquello era demasiado. Agarré los labios de aquel coño exquisito con mis dedos y le pellizqué haciendo que emitiera un pequeño gritito, mientras mi boca se comía la suya en besos, lamidas, intercambio de lenguas y hasta pequeños mordiscos.
− ¡Qué cachonda estoy, Víctor…! - dijo mirándome con aquellos ojos llenos de placer.
− Yo también. Me tienes loco.
− ¿Ella no es como yo?
− No, nunca me pasó lo que me pasa contigo.
− A mí tampoco. Nunca me he comportado así - dijo como si quisiera disculparse.
Mis dedos jugaban con su sexo, estaba empapado y sus jadeos indicaban el nivel de excitación que tenía. Estaba convencido que su marido no le daba lo que se merecía.
− ¡Fóllame, cabrón! - dijo acariciando mis pectorales y pellizcando mis pezones.
− ¿Estás caliente, zorrita?
− ¡Sí, Víctor!
− ¡Voy a follarte en tu cama, como nadie ha hecho nunca. Voy a partirte ese coño y me voy a correr dentro! - dije eufórico y excitado.
Sonrió notándose en su cara la felicidad y el deseo de que cumpliese con esos avisos, sabiendo que por fin se cumpliría el sueño de ambos, echar el polvo de nuestras vidas y para más morbo, en su propia cama.
− ...