Doña Rocío, la sirvienta. Quinta parte
Datte: 15/11/2019,
Catégories:
Mature,
Première fois
Masturbation
Auteur: Sensual1972, Source: xHamster
... suavidad la hice tumbarse sobre el banco.
- Javier, no... ¿Qué vas a hacer?- Me dijo nerviosa intentando levantarse al haberla tumbado sobre el banco del baño de improviso.
- No te preocupes, Rocío. Se me cansa el brazo y quiero seguir acariciándote.
Yo continuaba sentado de lado, y pasé su pierna izquierda junto a mi cuerpo, que dando cada una de sus piernas a cada lado del banco.
- Javier, por favor, no me penetres, por favor. No soy de esas.- Me dijo entre cara de susto y sorpresa al ver en la postura que la había dejado.
Cambié de mano, y mi mano derecha comenzó a acariciar sus pechos, que se expandían ligeramente hacia sus costados al estar panza arriba, y con la mano izquierda, comencé a acariciar su sexo. Suspiró, y de nuevo sus ojos se cerraron. Al empezar a tocar dentro, sus piernas subieron, y sus rodillas se encogieron, quedando abierta en una postura que me dejó impactado de por vida. Una rajita rosada, húmeda, rodeada en su parte superior por un bello castaño salteado por alguna cana, y unos ligeros pelos alrededor de sus labios. En esa postura podía ver sus enormes nalgas y ver ojete, libre de pelillos al ser tan blanca de piel. La escena me volvió loco, y tener esa maravillosa vista me incitó a hacer algo que había visto en una cinta de vídeo porno que alquilamos los amigos una vez para verla en mi vídeo Beta, y era una de tantas cosas que había soñado con hacer. Me agaché, y comencé a lamer esa deliciosa raja.
Primeramente me llegó un ...
... sabor ligeramente salado, pero al introducir la lengua, ya no sabía prácticamente a nada, lo cual me gustó, ya que había oído de todo sobre el sabor de un coño a los chicos del equipo. Mi lengua recorrió su raja entrando en su vagina y torpemente penetrando su sexo.
- ¡Javier, eso no, por favor, eso no, que me da vergüenza!- Me dijo entre suspiros. Pero yo hice caso omiso, y solo quería seguir disfrutando de esa maravillosa sensación de tener una deliciosa mujer como ella suspirando de placer.
Había leído que el clítoris era un punto fundamental del placer femenino, y recordé que había tocado algo como un garbancito duro en la parte superior de la rajita, así que llevé mi lengua hacia ahí. Unos suspiros más fuertes comenzaron a salir de doña Rocío, y me entregué con locura pero delicadeza a buscar esa maravillosa sensación de hacerla sentir.
- Para, Javier, para, que me estoy poniendo muy mala.- Me suplicó entre susurros, pero su cuerpo seguía entregado, así que hice caso omiso.
De pronto, noté como sus piernas apretaban mi cabeza, su cuerpo se arqueaban hacia arriba, y unos jadeos salieron de su boca, teniendo como unos espasmos por todo el cuerpo acompasados a esos jadeos. Yo continué un rato más, aguantando sus piernas cerrándose sobre mi cara.
- Para, Javier, que me duele.- Y con la mano apartó mi cara y tapó su sexo.
Su cuerpo quedó tumbado y sus piernas se giraron y encogieron, quedando en posición feto dentro del banco. Y de pronto algo me sorprendió y ...