Doña Rocío, la sirvienta. Quinta parte
Datte: 15/11/2019,
Catégories:
Mature,
Première fois
Masturbation
Auteur: Sensual1972, Source: xHamster
... de ahí fueron cayendo solas al suelo.
Estaba completamente excitado, pero solo disfrutaba el momento y dejaba que la sensibilidad de mis dedos la hicieran sentir, y mi boca pudiera besar y reconocer cada punto que tenía a mi alcance.
Ahí estaba esa maravillosa mujer, desnuda frente a mí, dejándose llevar por unas sensaciones que nunca había tenido.
- Para, Javier.- Me decía de vez en cuanto en un susurro. Pero su cuerpo me indicaba que siguiera acariciándola y besándola.
- Siéntate a mi lado, Rocío.- La dije con una suavidad que hizo que se sentara lentamente junto a mí, mientras mis manos acompañaban sus movimientos.
Una vez sentada, me eché sobre su cara, y mis labios buscaron los suyos. Automáticamente nuestras lenguas se juntaron, mientras una de mis manos sujetaba y masajeaba su nuca. Con la otra mano recorría su cuerpo; primeramente acariciando sus enormes y suaves pechos; luego su tripa, y mi mano fue bajando directamente hacia su vello púbico. Al sentir mis dedos, sus piernas primeramente se cerraron, pero poco a poco se fueron abriendo, invitando a que tocase ese lugar desconocido y tan deseado. Mis inexpertos dedos iban reconociendo el lugar, primeramente noté unos rizos sedosos; luego apareció el inicio de una rajita; pasando el dedo por ese lugar con suavidad, notaba esa linea, pero para mi sorpresa, al ir recorriéndola de arriba hacia abajo y a la contra, noté una humedad sobre mi dedo, y mi este este comenzó a entrar ligeramente dentro dentro ...
... de esa rajita, notando sus húmedos labios vaginales. Al llegar más arriba, encontré una pequeña protuberancia durita que le hizo retorcerse de placer mientras me besaba, provocando que abriera aún más las piernas, y su cuerpo me indicaba que quería más. Torpemente buscaba su vagina por el orificio de la orina, y al no encontrarlo, fui bajando más para disfrutar de toda esa zona, de repente encontré un agujero húmedo donde la punta de mi dedo entró con facilidad. Era el primer coño que tocaba, y a pesar de mi torpeza, había encontrado esa deliciosa vagina. Rocío pegó un suspiro al sentir entrar mi dedo. Estaba totalmente entregada. Mi dedo siguió inspeccionando, y se deslizó totalmente dentro de ese delicioso y empapado lugar. Tenía una zona más durita en la pared interior superior, y, al presionarla, noté que su cuerpo entero se estremecía. Todo era una novedad para mí, pero al parecer, para la señora Rocío esas sensaciones y excitación también eran nuevas.
- Para, Javier, para...- Y un suspiro acompañó a esa súplica, pero sin oponer resistencia a mis caricias internas y externas.
Mi polla estaba goteando humedad, y apuntaba a mi ombligo con firmeza. Probé a meter dos dedos, y ella suspiró aún con más fuerza. Sus pechos estaban inmensos, sus rozados pezones duros y mucho más prominentes que el día anterior. El brazo que sujetaba su nuca se me empezó a cargar y doler, ya que ella estaba totalmente apoyada sobre él, dejándose tocar y y penetrar por mis dedos, así que con ...