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El Consuelo de mi Suegra
Datte: 08/06/2019, Catégories: Inceste / Tabou Mature, Anal Auteur: AkuSokuZan, Source: xHamster
... ¿partirme el culito? - añadió meneando sus caderas de forma provocativa. Sabía que todo era una locura y que posiblemente los remordimientos seguirían torturando mi mente, en una confusión total de engaños, líos y dos mujeres ardientes que acabarían con mi racionalidad. Me bajé los pantalones y saqué a escena mi polla que palpitaba deseosa de un nuevo juego y un nuevo agujero donde meterse. Las primeras gotas salían por la punta y las esparcí por toda su longitud. Me acerqué hasta el cuerpo de mi novia y agarrado a su cintura pasé el glande por su chochito que ardía. Mi cabeza quedaba por encima de la de ella y podía ver a toda la gente allá abajo en el jardín. Era cierto, la situación no podía ser más morbosa. Metí mi polla en el coño de Sofía sin ninguna dificultad, haciendo que nuestros cuerpos chocaran y mis huevos rebotaran en su culo tras la embestida. − Cariño, por ahí no, ¿no quieres estrenar mi culo? - insistía ella con una provocación total. − Sí, pero no querrás que te haga daño. − En este momento no me importa. Solo quiero regalarte mi culito y que me lo folles. Es mi regalo. - dijo entre susurros con mi polla bailando en un suave baile dentro de su ardiente coño. Se la saqué y ubiqué la punta en el orificio posterior que estaba sonrosadito y se veía súper estrecho. No me veía capaz de traspasar esa puerta. Llené mis dedos de saliva y embadurné mi polla y el pequeño agujero, en el que pude insertar un dedo. Sofía ronroneaba como una gatita y se ...
... le notaba muy excitada, agarrada a las cortinas de la ventana de su habitación y observando a los invitados allá abajo. ¡Cómo le gustaba el riesgo a esa chica! Puse mi glande en la puerta del paraíso y con un pequeño impulso colé la punta dentro de ese orificio, algo que hizo que ella emitiese un pequeño grito. − Schhsss, nos van a oir - le dije en su oído apoyándome sobre su cuerpo. − No me cabe. - decía ella entre hipidos. − ¡Relájate putita! – dije sin pensar. Pensando que Sofía se iba a m*****ar, esa frase mía pareció encantarle y me regaló una sonrisa moviendo su trasero dispuesta a recibir el resto de la ración. Me agarré a sus caderas y fui avanzando con lentitud, intentando que ella se fuera adaptando al gran cacho de carne que se introducía en su ano por primera vez… para mí era la segunda en menos de 24 horas. − ¡Qué gusto! - decía ella en un reprimido gemido. Ese fue el indicativo para seguir avanzando hasta que cuando quise darme cuenta tenía toda mi polla metida en ese culito virgen. − ¡Me matas, Víctor! - repetía ella ahogando sus gritos en las cortinas de la ventana. − ¿Te duele? − ¡Sí! ¡Pero el gusto es mayor! – dijo en un gemido intenso. Levanté la vista y vi a través de los cristales la silueta de Mónica paseando entre los invitados, insinuándose y ofreciendo sus mejores virtudes. Al verla sentí una mezcla de celos, rabia, excitación… todo a la vez. En ese momento saqué mi polla hasta dejar solo la punta dentro del culito de ...