El Consuelo de mi Suegra
Datte: 08/06/2019,
Catégories:
Inceste / Tabou
Mature,
Anal
Auteur: AkuSokuZan, Source: xHamster
... repleto de gente. Estaba resplandeciente, con un vestido azul de brillo, muy corto, mostrando sus piernas y estilizando su figura delgada con unos zapatos de tacón. Su espalda morena estaba al aire, se había maquillado con un rojo intenso en sus labios y llevaba su pelo recogido en un gracioso moño. Estaba realmente preciosa.
− Hola cariño - dijo acercándose hasta mí y besándome en los labios, por primera vez, en público.
− Hola. - respondí a su beso bastante tenso, pero sin saber todavía qué hacer.
− ¡Vaya sorpresa! Estoy alucinada. ¡Gracias amor! Por fin podemos estar juntos sin tener que escondernos, ¿No?
− Sí - dije escudriñando en el brillo de aquellos ojos la traición.
− En cierto modo se acabará el morbo de nuestros encuentros peligrosos. - dijo sonriente dándome un piquito y un pellizco en mi culo.
Mi primera idea era la de montar un pollo allí mismo, delante de todo el mundo, decirle a esa cara de niña buena, lo puta que podía llegar a ser, que se follaba a todo bicho viviente, sacar toda mi rabia, mandarles a todos a la mierda, de paso, pero al volver mi vista y observar la sonrisa de Mónica, me costaba romper con esa parte, además de poder perder mi trabajo y toda mi formación a nivel profesional. “Mente fría” - me repetía a mí mismo mientras seguía bailando con mi adúltera novia.
Ernesto aprovechó un momento para hacer una seña y entregarme el famoso anillo de pedida con cierto disimulo. Me giré y tenía a Sofía justo pegada a mí que abrió ...
... los ojos como platos al ver lo que tenía entre mis manos. Apenas tuve tiempo de abrir la cajita cuando ella soltó unas lágrimitas de emoción.
− ¿Pero, Víctor?
− Sofía… yo… tú…
Sin poder articular más palabras se agarró a mi cuello y me besó con toda la pasión haciéndome tambalear sosteniendo su cuerpo. Respondí al abrazo y al beso, sin poder evitar ese sabor dulce y delicioso de su lengua, sentir su olor, tener su cuerpo pegado y dejarnos llevar como otras tantas veces. Cuando abrimos los ojos, todos los invitados rompieron en un sonoro aplauso y Sofía se acarició el dedo con su nueva sortija de pedida. No hubo más palabras, justo en el momento en el que yo iba a pedirle explicaciones, los invitados nos separaron, llenándonos de felicitaciones, besos, palmaditas y abrazos.
El último en darme la enhorabuena fue mi suegro, que además me pegó un abrazo intenso dentro de la tremenda confusión que yo tenía en mi cabeza.
− ¡Felicidades yerno! Bienvenido a esta familia.
− Gracias - respondí aturdido.
− Gracias a ti por cuidar de mi hija y respetarla. Espero que la hagas muy feliz y que aprenda esos valores que tienes, hoy la veo y me parece menos niña. Espero que se convierta en una mujer… ¡En tu mujer!
Las palabras de mi suegro me escocían, pero al tiempo no me veía con fuerzas de romper con todo y decirle la zorra que tenía por hija. Él seguía empeñado en que su hija era un cielo, una dulce niñita sin mácula, sin pecado alguno, quizás hasta pensara que era ...