El Consuelo de mi Suegra
Datte: 08/06/2019,
Catégories:
Inceste / Tabou
Mature,
Anal
Auteur: AkuSokuZan, Source: xHamster
... que asentía para confirmar que lo que acababa de decirme no era ninguna tontería.
− ¿Me estás diciendo que mire a otro lado? - le interrogué cargado de rabia.
− Te estoy diciendo que tienes más que perder que ganar si la dejas. Tu puesto de trabajo, tu futuro en esta profesión y perder parte de una buena fortuna si no te casas con Sofía.
− Pero ella me ha engañado, Mónica. Yo no puedo hacer como si nada hubiera pasado - protestaba yo mirando sus grandes ojos.
− ¡Devuélvele la moneda!
Al principio no entendía a lo que se refería, pero ella acercó su boca a la mía y me plantó un beso haciendo que nuestros labios se cruzasen por primera vez durante unos segundos. Fue un beso tierno, pero al mismo tiempo comenzaron a arrancar dentro de mí muchos sentimientos, como el hecho de hacer borrar de mi mente, por un instante, la imagen de Sofía, gracias a aquella mujer, con la que era fácil olvidarse de todo.
− Sofía necesita la misma medicina. - me reafirmó mi rubia favorita tras ese maravilloso beso.
− Pero ¿Cómo? No entiendo...
− Ven.
En ese instante Mónica se levantó tirando de mi mano y yo fui detrás, hipnotizado por los andares de su endiablado cuerpo. Por un momento, el movimiento de sus caderas y su culo, acompañado por el sonido de sus tacones me hizo sentirme en otro mundo. No sabía dónde me llevaba pero ya no eran las imágenes del móvil lo que tenía enfrente sino la silueta de la mujer más deseada del mundo que caminaba de aquella forma tan ...
... arrebatadoramente atrayente. Mi polla estaba empezando a despertar de su letargo momentáneo y me preguntaba a mi mismo cómo era posible que me estuviera excitando en ese instante, tras la dura noticia, pero esa rubia era la perdición y la lujuria personificada.
Llegamos a su habitación y se puso frente a mí, observándome en silencio, sosteniendo mis manos entre las suyas. En ese instante me sonrió de una forma muy lasciva, pasando la punta de su lengua por los dientes para preguntarme.
− Víctor, ¿Yo te gusto?
− ¿Cómo?
− ¿Te parezco atractiva?
Tardé un rato en contestar pero mi polla iba tomando cada vez más firmeza bajo mi slip.
− ¿Bromeas? Eres preciosa. - dije lo evidente.
− ¡Desnúdame!
− ¡Pero… Mónica!
Sin decir nada más, mi adorada rubia se dio la vuelta y me señaló los corchetes de su sostén para que los desabrochara.
− Yo… - todavía, en mi fuero interno guardaba las formas, aunque ya no tenía motivos por los que no tendría que abalanzarme a por ese soñado manjar de una vez por todas.
Mónica pegó su espalda a mi pecho uniendo también su cara a la mía para decirme en un susurro suave y sensual:
− ¡Vamos, desnúdame, lo estás deseando… y yo también. Estoy cachondísima!
Mi polla estaba de nuevo completamente empalmada y por un momento parecía que me había olvidado que el mundo girase a nuestro alrededor, solo estábamos ella y yo.
Solté como un autómata los corchetes del sujetador y ella se giró sujetándolo con sus manos contra su pecho. De ...