1. Mrcela la puta


    Datte: 18/04/2019, Catégories: Mature, Première fois Hardcore, Auteur: kristian71, Source: xHamster

    ... todo esto tres tipos se habían tirado a la piscina y se habían acercado a menos de un metro de donde estábamos nosotros. Los otros se sentaron a un costado y mientras se manoseaban las entrepiernas, observaban todo sin poder creer.
    
    – ¿Le arde menos ahora señora?, pregunto Osvaldo mientras dos dedos entraban y salían del culo de Marcela.
    
    – Si señor, algo menos, contesto ella.
    
    – Lo que veo es que se ha quemado mucho con el sol y se encuentra muy caliente. Lo que usted necesita es un masaje mas profundo, le dijo Osvaldo, mientras le sacaba los dedos del culo y le ponía la tanga de nuevo en su lugar.
    
    – Toma Jale las llaves de una habitación. Si no te m*****a llévala allá que en un rato vamos con los señores y le damos un tratamiento más intensivo a tu mujer, continuó.
    
    Yo no le conteste, me había calentado tanto la situación que lo único que quería era bajarme la malla y hacerme flor de paja.
    
    – ¿Me dejas mi amor que los señores me hagan el tratamiento?, me preguntó Marcela, que seguía tendida boca abajo en la reposera.
    
    Todas las miradas se dirigieron hacia mí.
    
    – ¿Te parece?, ¿tenés ganas?, le contesté.
    
    – Es que me arde mucho la colita y necesito masajitos profundos, me respondió.
    
    Esa respuesta fue demasiado para mi. Hice un gran esfuerzo para no acabar, me levanté, la tome de la mano y la lleve hacia la habitación. Todos los tipos nos siguieron sin decir una palabra, solo se miraban entre ellos como no pudiendo creer lo que les estaba ...
    ... pasando.
    
    Llegamos a la habitación y ya Osvaldo estaba ahí. Se había cambiado y vestía solamente un short de baño.
    
    – Que suerte que vino señora, va a ver como dentro de un rato se siente mas aliviada, dijo Osvaldo.
    
    – Venga por acá y la hizo sentar en la cama. Vos ale podes sentarte ahí, continuó, señalándome una silla que estaba contra una de las paredes. Ustedes siéntense en esos sillones, les indico a los siete veteranos.
    
    – Bueno señora, sáquese la mayita y tírese en la cama colita para arriba.
    
    Marcela me miro y pregunto, mientras se mordía en labio inferior:
    
    – ¿Puedo mi amor quedarme desnudita ante los señores?
    
    mi esposa la insasciable
    
    Yo le asentí con la cabeza. Entonces ella se puso de espaldas y se sacó primero el corpiño. Luego metió los dedos al costado de la tanga y la fue bajando despacito, dejando a la vista su preciosa cola. Se tiro en la cama y se acostó boca abajo levantando un poco la cola.
    
    Osvaldo se sentó al lado y comenzó a acariciarle suavemente la espalda.
    
    – Pobre tu señora, una colita tan hermosa y se la quemo toda. ¿Le arde acá?, le preguntó mientras le pasaba la mano por la raya del culo.
    
    – No, un poco mas adentro, le respondió mi novia, parando más la cola y abriendo las piernas para dejar al aire su abierto hoyito.
    
    Osvaldo le puso un poco de crema y le metió de golpe dos dedos hasta el fondo. Marcela pego un gritito y se arrodilló.
    
    Los dedos de Osvaldo entraban y salían, mientras le pedía que nos dijera a todos como le gustaba. ...